En otra gran actuación, el enorme Labrado se llevó el Clásico Paraguay (G3) al derrotar por cabeza a Ser Sincero, en el marco de la reunión del domingo en el Hipódromo de Palermo.
La misma historia de casi siempre. Labrado gana, gana y gana. La mayoría de las veces no luce, si es que “lucirse” sería el equivalente a ganar varios cuerpos. Pero el zaino lo hace a su manera y cada vez mejor. Se supera, ahora, en una versión más relajada, corriendo de menos a más, por el lado de la pista que nadie elige. Labrado siempre está, Labrado siempre gana.
Wilson Moreyra, una vez más, brilló en la cruz del criado por el Haras El Paraíso, que derrotó por cabeza a Ser Sincero, que corrió espectacular y demostró que la recta es su verdadero lugar en el mundo. Volviendo al ganador, el defensor de la caballeriza Don Ariel abonó un dividendo enorme de $2.90 (Palermo puso un incremento de $10.000.000 a ganador). El tiempo empleado por el hijo de Le Blues fue de 54.80 para los 1000mts de arena seca y viento en contra.
De esta manera, el campeón Labrado llegó a la decimosegunda medalla de su campaña, siendo esta la decimoprimera clásica. Una verdadera locura la campaña del zaino que sigue y sigue reinando en la velocidad.
TEXTO Y FOTOS Adrian Dominguez